Un consejo: nunca des nada por sabido.
Observa, pregunta, escucha y, de vez en cuando, alejaos de las cuatro paredes entre las que os movéis habitualmente.
Une a tu equipo de trabajo en un lugar diferente y míralos con ojos renovados.
Compón y alinea las fuerzas para que sólo haya un camino: el avance.
Reúne de nuevo a tu empresa y recuerda cuál es el motor que os hace moveros en la misma dirección.
Calma, siente y experimenta.